En estos días de ausencia he estado ocupadísima casi muriéndome dos veces: una, atrapada en el barro; otra, por una manada de vacas no contentas. En fin, muchos buenos y divertidos recuerdos con mi nueva amiga Andy, que lastimosamente hoy se ha ido (con lo bien que lo pasábamos).
Mi inglés lo he mejorado bastante en este mes con Andy, ganando en rapidez y cambiando mi cerebro a modo inglés, por lo que no me conviene hablar mucho en español, porque sino esto es como una canción de Ricky Martín: un pasito palante, un pasito pa atrás. Por cierto, hoy le he contando a Andy el chiste del Mr. Martin, que tan golosamente me había dejado para el último momento.
Del resto, que tampoco sé qué más contar. Que me quedan dos meses (aquí terminan el 20 de julio más o menos), que se me ha estropeado la cámara de fotos (eso duele), y que se me está retrasando la regla.