jueves, 24 de marzo de 2011

Awesome: El día que amaneció igual que los demás pero no.

¡Bueno, bueno! ¿Quién me lo iba a decir a mí que hoy sería el día que nunca he de olvidar? Para esos que aseguran que el 24 de marzo nunca pasó nada interesante, ¡mienten! Hoy, hoy... por fin ha llegado el día tan esperado en el que... ¡me han llamado 'bitch'! ¡Va por ti, guarra!

Os diré que en principio me mosqueé un poquillo, pero luego pensé, qué cojones, ¡es formidable! ¡Me han llamado bitch! Y más cosas que mi cerebro no entendió (como mecanismo de defensa).

Ahora estáis más que deseosos de que os cuente los detalles, lo veo en en esos ojos sangrientos y resecos, demasiado ordenador, volved cuando hayáis descansado la vista y os contaré los detalles. Podéis hacer cábalas,  ¿cómo fue? ¿O cómo te hubiera gustado a ti que hubiera sido? Amos, dejaros llevar por este inolvidable momento!

Dentro de muchos años todos recordaremos lo que hicimos este día. Nos diremos unos a otros: ¿Tú qué hacías el día en el que a la guarra la llamaron 'bitch'?

Besos!

¡He vuelto! Pero en realidad no me había ido.

Después de unos días en los que el blog ponía que había sido eliminado (preciosa pasiva), y de recibir masivas protestas (bueno, solo de mis padres) otra vez estoy aquí. Tal y como se fue, vino. ¿Lo echabáis de menos? ¿Os la rempampinflaba? Vaya, vaya, opiniones para todos los gustos.

Ya he pasado la barrera de los dos meses y tres menstruaciones. Mi inglés creo que está cogiendo algo de color aunque sigo siendo esa entrañable tartamuda balbuceadora indecisa al hablarlo. Pero esto no iba a ser, llegar, menstruar y besar el santo. Ya quisiéramos, ¿no?

Con los niños voy alternando semana buena y semana mala. Con lo que peor lo llevo últimamente es con los hermanos mayores, que no paran de gritar, y alteran a los pequeños. Y a mí, sencillamente, me tocan los cojones. Pero como mañana es Friday, Friday, voy subsistiendo.

En el tema peliculero he tenido que esquivar muchos Star Wars, Lord of the Rings y Stardust (en esta última, me hicieron una encerrona pero yo pasé), y por la mañana (que afortunadamente estoy sola) me he visto The Incredibles, y la Life of Brian... con subtítulos, diccionario y pausando los 10 primeros minutos. Luego ya me aburro, y la veo 'a bulto'. Je je.

¿Os conté que estuve ligeramente enamorada? Bueno, se llamaba Paul y era profesor de Educación Física de Kit (lo sigue siendo aunque en mi corazón ya no existe). Os preguntaréis qué pasó. Os lo relato a continuación.

Él está bueno. Yo me fijé en él. Adiviné su nombre, no sin argucia, al escuchar a los niños decirle 'Bye, Paul'. Adiviné también qué coche tenía porque le vi salir. Luego adiviné que vivía cerca de allí porque le vi con dos perros. Y luego lo busqué en el Facebook. Me acordé un poco de Arantxa y de su búsqueda del FML, o de la propia búsqueda de Arantxa. Pero estaba sola en esto, y lo conseguí. Lo encontré. Adiviné su apellido, supe que tenía novia, que iba con ella a la playa, que le gustaba la fotografía, que su hermana tiene ligero sobrepeso, que su madre tiene facebook y bromean entre ellos, que juega al fútbol... ¿Qué hay de erróneo en todo esto? ¿Por qué decidiste dar esa preciosa relación por terminada si hasta ahora todo es perfecto? Dicen a coro vuestras vocecitas. Sí, claro que las oigo. Pues...

Que tenía la friolera de mil setecientos amigos en el facebook. ¡Tú lo flipas macho, si te crees que yo voy a querer algo contigo con esas características! Anda y que te den, le dije a la pantalla. Y así terminó lo nuestro. Oh, estoy bien, de verdad. No vengáis a consolarme.

Así que nada, otra vez a empezar de cero, con lo que me había costado construir una familia.

lunes, 7 de marzo de 2011

Hoy no he podido elegir peor cajera en el súper: con ganas de conversación. No solo me pregunta que qué tal, si no que me pregunta qué tal hoy, como si me viera todos los días y le interesara en particular mi estado anímico hoy; sino que además me dice que hoy está soleado y que si tengo tarjeta de puntos o lo que sea. También que si quiero una bolsa. ¿No te dan conversación en tu casa? Pensé yo.

Con los niños bien, a veces les doy alguna chuche o chocolatina para que por lo menos cuando me vaya me echen de menos, porque del resto... je je. Por cierto, Kit ya no me toquetea hace mucho ni cuando me pongo a tiro, no sé qué he podido hacer mal...

El otro día que me fui a dar una vuelta por el pueblo descubrí de casualidad que tienen un zoológico, y encima es gratis y al aire libre. En un parque. Con leones albinos y todo. Mirad. 


Los leones ni se inmutaban ante las visitas por lo que deduje que están muy acostumbrados a los turistas.

También fui a un museo. Os sorprendería saber que muchas de las obras de arte son las mismas que tenemos allí.



Os comento que seguramente tengo en abril las últimas dos semanas libres, para quien le pueda interesar hacerme una visitilla, puede ser la oportunidad, je je. 

jueves, 3 de marzo de 2011

Puesta al día.

Los días siguen pasando con total asiduidad. Oh, ¿y a quién le importa si esa frase no tiene sentido si me ha quedado preciosa?

Después de una semana de vacaciones en la que no hice nada de gran interés aparte de ganarme unas advenedizas (schhh) agujetas porque me fui a dar una vueltecilla en la que hice unos cuantos kilómetros, y unas cuantas menos millas. Y también fui con el Pater y los tres hijos varones a una zona deportiva a hacer un poco de climbing, y está muy bien... Como posible nueva frustrada afición, lo veo. Si eso ya me compro todo el equipamiento y no lo uso nunca. Así soy yo. Irrepetible, incorregible, inútil. Eché mucho de menos los masajes de Iria.

Estos días y aprovechando el calor casi veraniego (10 grados centígrados no se tienen todos los días) he hecho una cosa que tenía muchísimas ganas de hacer: Ver la playa. Más que nada me reconcomía el saber que la tengo a cinco minutos y no haberla visto de cerca, así que me cogí el coche y allí que me lancé... sin GPS ni nada, a la aventura me fui por una carretera que no había ido nunca. Fijándome en las señales, como hacían los antiguos. Y bien. Mu contenta.


De lo demás, contaros que hemos estado más de una semana sin aspiradora, porque la estaban arreglando. Solo con que os diga que cuando trajeron la aspiradora me puse loca de contenta a aspirar, eso os puede hacer una idea del panorama.

Stacey el otro día me puso una canción de Enrique Iglesias (la de Bailamos), inevitablemente me acordé de mi adorable hermana y su gran fijación en esa ya no verruga andante, y otra de Ricky Martin (Living la vida loca). Y ella se las sabía. Te quiero, amor mío, bailaaamos... Sí, chiquilla, eso es mi folklore. ¿Algún problema? No voy a renegar.

Detalle curioso: Las madres en el colegio se saludan diciendo 'Hiya', que se pronuncia 'Jaia'. Yo al principio no sabía que significaba tal cosa, pero sí sabía que jaia en vasco es fiesta, y me las imaginaba a todas las madres a las 8 de la mañana saludándose con un 'Fiesta', 'oh, Fiesta', 'Fiesta'.

Y por último ayer escuché esta canción en la tele, y la verdad es que me encanta, seguro que la conoceréis o habréis oído alguna vez.


http://www.youtube.com/watch?v=7gXpHfwYFok 


Porque escribir usando las cursivas de vez en cuando no significa escribir sin estilo.

Os quiero, no sin antes deciros que os dejo.